La reinserción laboral de exreclusos constituye uno de los pilares fundamentales en el proceso de integración social. En España, las barreras para acceder al mercado laboral después de cumplir una condena son significativas, pero no infranqueables. Este artículo arrojará luz sobre las dificultades, las medidas legales y las estrategias prácticas para conseguir empleo tras haber estado en la cárcel.
Entorno legal y antecedentes penales
La legislación española contempla el derecho al trabajo como un principio fundamental, pero también tiene en cuenta la protección de la sociedad. Esto se traduce en una tensión entre la rehabilitación y la prevención del delito. Según el Artículo 25 de la Constitución Española, se garantiza la reinserción social de los sentenciados. Sin embargo, la existencia de antecedentes penales puede ser un obstáculo para el empleo.
Los antecedentes penales generan un estigma que repercute en la valoración de los candidatos para un puesto de trabajo. La Ley Orgánica 5/2010 establece medidas de seguridad post-penales y el acceso a la información de los antecedentes por parte de ciertas entidades y empleadores, especialmente en sectores donde se trabaja con colectivos vulnerables.
El proceso de cancelación de antecedentes penales
Para que una persona que ha cumplido su condena pueda limpiar su récord criminal, es esencial conocer el procedimiento de cancelación de antecedentes penales. La cancelación está regulada por el Código Penal y la Ley Orgánica 1/2015, que establece los plazos y condiciones bajo los cuales una persona puede solicitar que sus antecedentes ya no figuren en los registros.
Estos plazos varían según la gravedad del delito y la condena impuesta, y no comienzan a contar hasta que la pena ha sido completamente cumplida. Además, para que proceda la cancelación, el interesado no debe haber cometido un nuevo delito en distintos periodos que varían de 6 meses a 10 años.
Oportunidades de empleo y formación durante el cumplimiento de la condena
Las instituciones penitenciarias en España ofrecen programas de formación y capacitación laboral como parte del esfuerzo por la rehabilitación. Estos programas están destinados a proporcionar a los internos habilidades útiles para su futura integración en el mercado laboral.
Además, la experiencia laboral adquirida dentro de la prisión puede ser un valioso recurso al buscar empleo. Dichas actividades, enmarcadas en el Artículo 117 del Reglamento Penitenciario, posibilitan que el interno pueda contar con una referencia laboral positiva al momento de su salida.
Estrategias efectivas para la búsqueda de empleo
Los exreclusos pueden adoptar distintas estrategias para mejorar sus oportunidades laborales. Una de ellas es la creación de una red de contactos profesionales y la participación en programas de inserción laboral. Es crucial presentarse como un candidato proactivo y con una clara voluntad de trabajo y superación.
Otra estrategia consiste en destacar las competencias y habilidades adquiridas, tanto antes como durante el cumplimiento de la condena. Proyectos llevados a cabo y formación específica son puntos a favor que deben resaltarse en el currículum vitae y durante las entrevistas de trabajo.
Apoyo institucional para la reinserción laboral
Existen iniciativas gubernamentales y de organizaciones no gubernamentales que apoyan a los exreclusos en el proceso de buscar empleo. Por ejemplo, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ofrece programas y talleres específicos para este colectivo.
Además, se encuentran disponibles subvenciones y beneficios fiscales para empresas que contraten a exreclusos, establecidos bajo el marco del Real Decreto-ley 6/2019, para incentivar su contratación y contribuir así a su plena integración social y laboral.